viernes, 27 de noviembre de 2009

Viola Chilensis

El recién pasado 4 de Octubre, justo para la fiesta de San Francisco, Violeta habría estado cumpliendo sus 92 años de edad. Esbozar una pequeña biografía de esta mujer sempiterna no puede caber en una columna como esta, por mas esfuerzo que uno realice al tratar de dar un vestigio de su vida y trayectoria. por lo tanto no nos queda mas que decir que la música tradicional chilena tiene un desarrollo tal, que podemos hablar claramente sin correr el menor riesgo, del antes y después de la aparición de la Viola en el arte tradicional chileno. Como alguna vez mencionara el escritor y antropólogo peruano, José Maria Arguedas, “Violeta Parra representa uno de los casos mas excepcionales e interesantes de cuantos se pueden presentar en el arte Latinoamericano. Su aporte radica en haber transformado una categoría segregante, como es el folclore, en una unificante, como es el arte. Su obra se convierte en fuente iluminadora para todo artista, pues allí se encuentra la palpitación de la gente mas pretérita, mas menospreciada, mas segregada, que, por haber creado en ese estado de marginalidad, crea obras que constituyen un mensaje pleno de fuerza.A los 9 años ya empuñaba una guitarra encontrándose con la música, y recién a los doce comienza a componer sus primeras letras, "mejor ni hablar de la escuela / la odié con todas mis ganas [...] / Y empiezo a amar la guitarra / y donde siento una farra, / allí aprendo una canción ", nos cuenta en sus décimas autobiograficas. Violeta sentía como propias las múltiples deudas culturales de Chile con el mundo popular, y gastó impensables esfuerzos en aportar a la valoración masiva de lo que los más pobres y alejados de la capital venían haciendo por la música de raíz. Comenzó, por ejemplo, a recorrer zonas rurales para grabar y recopilar música folclórica inédita (período durante el cual conoció personalmente a los poetas Pablo Neruda y Pablo de Rokha. Llegó así a reunir alrededor de tres mil canciones, las cuales presentó en el libro "Cantos folclóricos chilenos" y, más tarde, en el disco "Cantos campesinos" (editado originalmente en París). a fines de 1956, Violeta comenzó a diversificarse como artista, realizando un alabado trabajo en cerámicas, pinturas al óleo y arpilleras, trabajos que en el año 1964, lograra una marca histórica al convertirse en la primera latinoamericana en exponer individualmente en el famoso museo del Louvre de Paris y que hoy se exibieron hace un pare de años en Centro Cultural Palacios de la Moneda" en la capital.El movimiento musical de la nueva canción chilena de los años 70, no se explica sin el aporte fundacional de Violeta Parra, autores como Patricio Manns, Rolando Alarcón, Víctor Jara, fueron los seguidores del camino propuesto por la Viola. Hoy día los nuevos cantautores permanecen confundidos entre una maraña de sonidos extranjeros dejando de lado el trabajo de recopilación y creación en la música chilena. Eso si encontramos algunas nuevas Violetas que con gran esfuerzo y calidad, en producciones autofinanciadas siguen la huella de la Violeta, me refiero a Magdalena Matthey, Elizabeth Morris y Francesca Ancarola todas con un amplio repertorio en que vemos una mirada a lo nuestro.
Qué te cuesta, mujer, árbol florido
Àlzate en cuerpo y alma del sepulcro
y haz estallar las piedras con tu voz,
Violeta Parra.

1 comentario:

  1. Ese es mi papá!!!!!
    Gracias como siempre por mantener viva la cultura... no me esperaba menos de tí!!!! Puedes perderlo todo, pero nunca tus orígenes y gracias a eso nos definimos hoy cmo amantes de la tradición folclórica.
    Sin duda pocos tenemos el privilegio de contar con progenitores como ustedes. Otra razón más para estar inmensamente agradecida de Dios.
    No dejes de escribir por favor!!! que es justamente aquí donde me refugio en los hermosos recuerdos de mi papá...del papá de la guitarra y el poncho, de el de la violeta y victor, del canto y la cueca "y empiezo a amar la guitarra y donde siento una farra ahí aprendo una canción"
    Gracias papá.

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